Son instrumentos membranófonos, de marco cuadrado o redondo pero sin sonajas. Aparecen por todo el noroeste de la península y debieron ser antaño uno de los más utilizados, junto con el instrumento llamado sonajas, para acompañar el canto femenino. Hemos podido documentar varios modelos cuadrados, de diversos tamaños, de los que ofrecemos réplicas.
Recientemente también han aparecido algunos modelos de panderos redondos, confirmando un uso que solo habíamos documentado por las memorias de algunos portadores y portadoras. Algunos de estos panderos redondos son muy sorprendentes por su enorme tamaño y forma de construcción, como los que encontró Emilio Romero en una feria en San Pedro de Neiro (A Fonsagrada) de los que también hemos realizado reproducciones.
Los modelos de panderos cuadrados pueden dotarse de un sistema de afinación que permite ajustar la tensión de la piel y consiste en abrir el marco a lo ancho mediante una llave Allen.